Cuando el grupo llegó a esta localidad del norte de la provincia de Córdoba, nos encontramos con una temperatura ambiente que recordaba muy mucho a la canícula veraniega. El caso es que tocaba actuar en un polideportivo cubierto a más de 30 grados. Al menos estábamos protegidos de ese sol que hace que los ordenadores que intervienen en el show dejen de funcionar como es debido.

La prueba de sonido un martirio, eterna. Estos recintos deportivos, en su mayoría, no estan pensados para acoger un concierto. Parecía que el grupo tocaba desde el interior de una catedral. Pero bueno, se sabe que cuando la gente acude, la reverberación se aminora. Y así fue, porque, cuando el concierto arrancó, el sonido que se percibía podía equipararse a mínimos.

Para esta última presentación del verano, y de la gira «A Través del Tiempo», nada diferente: público entregado y entusiasmado junto a otra parte de él sorprendido ante la espectacularidad de esta formación. Sobre el escenario, la misma actitud que ha acompañado toda la gira en esta su fecha de cierre,

Saludos a los seguidores de Pozoblanco, agradecimento a la corporación municipal y en especial a nuestro buen amigo, Juanjo, por proveernos de enorme afecto acompañado, como siempre, de esas excelentes delicias de su obrador.