Muchos somos los que nunca hubiéramos querido que este momento llegara. Son muchas las canciones que están en la banda sonora de la vida de muchos de nosotros y no nos hacemos a la idea de que nunca más tendremos la ocasión de asistir a un concierto de Asfalto. Cuesta aceptarlo. Todo tiene un final y puestos a elegir qué mejor que decir adiós con una sonrisa.

El concierto de despedida no pasará a la historia como uno de los mejores que Asfalto nos haya regalado pero, ninguno anterior anduvo jamás tan cargado de emoción. Para muchos de nosotros, los que no quisimos perdernos un evento tal cual y llenamos La Riviera hasta los topes, aún resuenan más de dos mil voces cantado al unísono un estribillo, una estrofa apasionada que ha permanecido por decenios en lo más profundo de nuestro corazón.

Si no fuera porque así lo ha afirmado en todos los medios Julio Castejón, aún nos quedaría la esperanza de que en algún momento volvamos a ver un cartel anunciando un concierto de la banda, pero no. A todos nos ha quedado claro que eso no sucederá. Nos quedaremos con algo que nada nos puede quitar: su música.

Al inicio del que iba a ser el último concierto escuchamos por voz de Julio un sencillo «Gracias». Las gracias se las damos a él y a todos aquellos músicos que pasaron por Asfalto para crear una música que nos será eterna.

Gracias.

A continuación una foto galería que incluye imágenes curiosas del «backstage», recuerdo de una noche inolvidable. Por gentileza de Alejandro Penedo.