Tras casi cinco años de silencio discográfico, los seguidores de la banda pueden disfrutar de un álbum un tanto especial.

2020 estaba marcado en la agenda de Asfalto como el año en el que se presentase un nuevo disco. Llegó la maldita pandemia y todo se fue al traste. Con la banda desperdigada, no se daba la circunstancia más propicia para entrar en materia. Esta situación prácticamente se ha venido dando hasta nuestros días. Salvo algún concierto puntual o unos ensayos ineludibles, las reuniones de la banda no se han dado.

Hace algunos meses, un buen amigo del grupo solicita permiso para llevar a cabo la edición de un disco conteniendo algunas curiosidades sonoras que él mismo ha recopilado. Puesto el tema en manos de Julio Castejón, tras escuchar dichos documentos, viene a decir que es material que no reúne los mínimos para ser publicado. Lo cierto es que, constatando la realidad de la situación que atraviesa Asfalto, a Julio le da por mirar dentro de una carpeta del ordenador de su estudio, un fichero que lleva el título «canciones aparcadas». Es entonces que le surge una idea, la cual comunica a Johan Cheka, manager de la banda. A su vez hace una llamada a Jorge García Banegas.

En dicha carpeta aparecen una serie de temas que, por unas circunstancias u otras, en su día quedaron fuera de los últimos discos de la banda. Son solo maquetas de trabajo, piezas inconclusas que requieren retoques. Música en origen pensada para Asfalto, algunos son temas de Jorge que fueron publicados con otros textos y por otros interpretes en el álbum «La Locura de Armando», incluso uno de ellos formó parte del álbum «Rocinante en Venus».

Los dos compositores, Jorge y Julio, acuerdan dar luz a dichas maquetas dotándolas de todo aquello que les sea necesario para conseguir la calidad suficiente como para ser equiparables en dignidad a los últimos trabajos discográficos de la banda.

El resultado son diez temas que, tras escucharlos, bien se podría pensar que tal vez fueron injustamente «aparcados». Afortunadamente, una señal de prohibido aparcar, les ha obligado a circular. Todos nos alegramos de ello.