El periodista, Santi Fernández, entrevista al que fuera teclista de Asfalto, uno de los grandes personajes en la historia de la banda. Autor de muchos de los temas emblemáticos del repertorio, con su entrada en el grupo, en 1978, se convirtió en pilar fundamental en la regeneración del sonido que Asfalto exhibió en aquellos años.

¿Desde cuándo te sientes atraído por la música y decides dedicarte profesionalmente a ello?

Desde pequeño, primero fue mi atracción por todo lo que fuera percusión (sobretodo en el carnaval uruguayo), luego la guitarra eléctrica y el órgano. Dejé mi carrera de Ciencias Económicas, tuve un período de 4 años que compaginé la música con un trabajo administrativo y luego ya, enteramente a la música.

Vienes de familia muy vinculada a la música. De hecho tu hermana se dedica a la música clásica ¿hay más miembros de tu familia que hayan elegido ese camino?

Mi madre. Toda una vida dedicada al ballet clásico, cuando no tenía con quién dejarme, me llevaba a los ensayos y ahí empecé a conocer la música clásica.

Cuéntanos tu trayectoria musical en tu país natal (Uruguay)

De niño estudié 3 años de piano y solfeo y ya de joven, empecé como tantos otros con la aparición de los Beatles, integrando varios grupos como “guitarra rítmica”, hasta que descubrí el órgano en la música que oía y decidí que ese sería mi instrumento. Paralelamente a su dificultosa adquisición en aquel tiempo y lugar, fundé con 4 músicos más “Psiglo”, con los que grabamos 2 LPs hasta mi venida a España.

Jorge concierto La Riviera – 2019

¿Cuándo decides venir a España y por qué motivo?

Buscábamos una salida porque la situación dictatorial que vivía Uruguay, nos ponía las cosas cada vez más difíciles. A través de un contacto que nos prometió vincularnos con un productor en Madrid, fuimos madurando la idea de venir a España. Ese vínculo nunca se concretó, pero ya la decisión estaba tomada y en la primavera de 1975, llegamos a Madrid.

En esa época fueron varios los músicos uruguayos que vinisteis a España para integraros en la escena del rock en España: Rubén Melogno, Hermes Calabria… ¿Fue una decisión conjunta?

Claro, vinimos con la intención de continuar nuestra trayectoria en España, pero el país no estaba para el rock y para subsistir, tuvimos que acompañar a gente como “Los Marismeños” o Paloma San Basilio.

Con ellos tuviste un grupo en Uruguay que fue Psiglo. ¿Tuvo mucha repercusión? ¿Decidís emigrar a España el grupo completo? Una vez en España intentasteis continuar con Psiglo?

Psiglo fue el último grupo importante de rock de los 70 en Uruguay, pues a partir de la implantación de la dictadura, esa música desapareció (nuestras letras no eran de amor, precisamente), para dejar paso al “canto popular”. Psiglo, como tal, sólo hizo una actuación en España y fue en la Exposición Internacional del Campo de 1975, en el stand uruguayo.

En el Teatro Paco Rabal de Pinto – Diciembre 2013

¿Cómo contactas con Asfalto y cómo se produjo tu entrada en el grupo?

Cuando se produjo la escisión y Lele y Jose Luis dejaron la banda, el “Manteca”, ayudante de escenario uruguayo de Asfalto, vino a verme junto a Juan del Palacio, técnico de sonido, para contarme lo sucedido y que la nueva formación quería incorporar teclados. Fue en marzo de 1978.

Con tu entrada en el grupo, más la de Guny, supone un cambio radical en el estilo de Asfalto. Tus composiciones y tus teclados dan la vuelta completa a lo que era el estilo del primer disco, haciendo que “Al otro lado” sea una reinvención del grupo. ¿Fue algo consciente desde el principio? ¿Incluiste en el disco ideas y composiciones que ya tenías previamente?

Vi las últimas actuaciones del grupo antes de incorporarme y pensaba que los teclados podrían darle un colorido diferente a “Capitán Trueno”, “Días de escuela”, “Rocinante”, etc. Pero el clima dentro de la banda era favorable a un cambio de estilo, quizá producto del descontento por la separación, porque no gustó el resultado final del disco y porque llevaban mucho tiempo con esas canciones. Eso me obligó a mostrar pasajes, ideas que en principio había desarrollado para Psiglo y que no se habían concretado en temas terminados.

La suite “Al otro lado” es larga y compleja ¿cómo fue el proceso de composición?

Jorge en 1986

Recordar ese proceso más de 40 años después, es difícil para mí. Por esa época yo “coqueteaba” con el funk y y el jazzrock y creo que se nota en algún pasaje de esa verdadera suite, además de mis influencias notorias de Yes o ELP. El tema, como la mayoría de aquellas composiciones, fue tomando forma principalmente con la colaboración de Julio en las melodías y letra final.

En “¡Ahora!” y “Déjalo así” tu mano creativa es muy evidente, en tándem con Julio Castejón. ¿Trabajabais en conjunto o cada uno aportaba sus temas ya terminados?

La mayoría partían de una idea traída por alguno de los dos al local de ensayo, que se iba desarrollando junto al toque personal de Guny y el empeño de Enrique por mantener una base sólida. Recuerdo temas como “Déjalo así”, que sufrió incontables cambios hasta grabar la maqueta definitiva. Hubo temas como “El Intruso” o “Canción para un niño”, que por sus características, vinieron ya bastante concretados al local de ensayo.

La entrada de Miguel Oñate propició un cambio en el estilo de Asfalto. ¿La entrada de un cantante de ese calibre liberó la faceta vocal de Julio Castejón y endureció un tanto el sonido y las composiciones ¿fue algo premeditado? ¿tuvisteis que modificar vuestra forma de componer y de interpretar?

Estas cosas a la distancia, pueden recordarse de diferente forma, así que yo te doy mi versión: el gusto de la gente iba cambiando y se notaba una evolución hacia el hard rock o el heavy. Este último estaba muy alejado de nuestra forma de componer, pero sí podíamos acercarnos a un estilo más “hard”. Lo único (nada menos) que hacía falta, era una voz más adecuada, con más “garra”, que se complementara con los coros de Julio y Guny, manteniendo el protagonismo de Julio en los temas más apropiados para su voz. Fui con Guny a ver a Miguel en una actuación acústica y nos fascinó su voz y su forma de comunicarse con el público. Logramos convencer a Julio, que lógicamente tenía sus dudas luego de 3 trabajos discográficos con predominio de su voz y la verdad que la apuesta tuvo el resultado de dos álbumes magníficos.

Jorge y su set de teclados en el estudio grabación «Ahora» 1979

A pesar de tus múltiples proyectos, siempre se te recuerda como el teclista de Asfalto. ¿Qué significa para ti?

En el momento de la propuesta de entrar a la banda, tenía otras 2: el representante de Miguel Bosé, me había prometido colocarme como su teclista cuando empezara los bolos y por otro lado, una posibilidad de acompañar estable en una “sala de fiestas” a Moncho (boleros), con el único atractivo de que podíamos ensayar libremente en ese local y como en la banda participaría gente como Hermes Calabria o Daniel Henestroza, se vislumbraba el poder trabajar paralelamente, un repertorio propio. Recuerdo que me llevó varios días la decisión y no me equivoqué:luego de 3 años de rodar por España como ejecutante, ya era hora de desempolvar mi faceta de compositor y volver a ser un músico creativo.

¿Qué es la “Sinfonía Virtual” y cuántas partes tienes?

La idea de la S. V. partió de Julio, que como sabeis comandaba el sello “Libélula” y me encargó una obra en 4 CDs dedicada a los elementos fundamentales. Entre Julio y Octubre de 1993, se grabó “Aqua” y “Focus” y en 1995 “Terra”. Cuando ya tenía preparado “Aer”, Libélula había cesado su actividad, por lo que lo acabé en una autoproducción. Lo que fue en principio un encargo profesional más, se convirtió en una nueva etapa compositiva y de experimentación, que plasmé en varios conciertos en lugares como el Cuartel de Conde Duque, Bellas Artes, Galileo Galilei, etc, con la participación de grandes músicos como Lele Laina, Mingo Rivara, Pedro Ontiveros, Krishna, etc.

En 2016 editaste un disco llamado “La locura de Armando” con un grupo al que llamaste Atlantis. ¿Ese proyecto sigue activo? ¿El disco mereció tener mayor repercusión?

Pues sí, creo que merecía un mejor apoyo. Un conocido locutor de Rock FM me dijo:” para que suene en la emisora, hay que pasar previamente por caja…” Fue un trabajo duro, con composiciones hechas algunas a comienzos del nuevo siglo y otras cerca de su grabación definitiva, en 2016. Participaron 20 músicos en lo que es una verdadera “ópera rock” y que no pierdo la esperanza algún día, de poder representarla en directo.

¿Qué sentiste en los dos conciertos de la reunión de aquella formación de “Cronophobia” y “Más que una intención”? ¿Estás satisfecho de la experiencia? ¿Te costó mucho volver a prepararte todo ese repertorio después de tantos años?

Fue muy ilusionante el reencuentro de personas y música, para revivir esa etapa tan productiva de Asfalto y que lamentablemente, duró tan poco. Para mí fue muy trabajosa la preparación, fundamentalmente porque se trataba de reproducir aquel sonido de teclado que la gente oyó en esos discos. Un sonido hecho por unos aparatos que ya no existen y a los que había que buscar la sustitución más fiel. Finalmente creo que lo logramos y el reencuentro con nuestro público fue de esos que te provocan un “subidón” que dan ganas de besar el escenario.

¿En qué proyectos estás involucrado ahora?

Continúo componiendo -fundamentalmente música instrumental- y me hace ilusión el saber que tengo seguidores que esperan con interés la presentación de un nuevo tema en Facebook o Youtube, apoyados por las imágenes que la música me ha sugerido. Fue también buena la respuesta de los seguidores de Asfalto a mi obra “Asfaltando”, que presenté en aquellos conciertos, con versiones instrumentales de los temas más conocidos de la banda. También espero una reedición no muy lejana de “Anecdotarium”, actualizado , donde cuento mi vida musical a través de anécdotas y recuerdos.

Junto a Guny en el concierto Más que una Intención