Como colofón a este annus horribles, definitivamente se ha cancelado el concierto previsto en la villa burgalesa de Belorado para este viernes, 21 de agosto, que a su vez ya se había postergado una semana de la fecha original prevista.

No hace falta que se diga que la noticia, por mucho que esperada, haya dejado de causar tristeza entre todos los que hoy conformamos la familia asfaltera. Desde aquí lamentamos mucho esta decisión, la cual no cuestionamos pero que sin duda causa decepción entre todos aquellos que tenían previsto acudir. Muchos ya habían adquirido su entrada. Son tiempos difíciles para todos. Tiempos muy duros. Lo sabemos.

Asfalto desea manifestar que acepta esta situación como consecuencia del giro que está dando la pandemia. La situación de aumento progresivo de los contagios es justo lo que, tras el confinamiento y el estado de alarma, nadie deseábamos que sucediera. Pero ha sucedido. Está sucediendo. Huelga decir que todos estamos tristes y, como no puede ser de otra forma, nos unimos y solidarizamos con el drama que está viviendo la sociedad en su conjunto y en particular el sector de las artes escénicas. En nuestro caso, bien se puede imaginar, por lo que supone para un músico renunciar al escenario.

Cuando todo esto empezó sabíamos que teníamos dificil retomar la gira Art-Rock Tour. Dábamos la temporada por perdida pero, tras el concierto de La Adrada, con el comportamiento ejemplar que mostró el público y con lo que todos pudimos disfrutar esa noche, es como que atisbábamos que, aun con la restricciones impuestas, podía tener sentido llevar a cabo estos conciertos. Invitábamos, y lo seguiremos haciendo, a que la gente acepte este formato y con ello hagamos que todos nos impliquemos: organismos, promotores, músicos, técnicos y público en general, para hacer que la música en directo no muera por inanición.

Es en este sentido que pedimos que sigan haciéndose conciertos. Porque, teniendo en consideración cuantas medidas sanitarias, preceptivas y necesarias, no hay más riesgo que el que se soporta en la cabina de un avión o en cualquier medio de trasporte público en hora punta, y no por ello se prohiben los desplazamientos. No sabemos cuanto tiempo durará la actual situación, pero, sin duda, ya está siendo mucho el que está pasando sin que por parte de la Administración se ponga foco en el gran deterioro que el mundo de la cultura está padeciendo. Y más si cabe aún, el de la música en vivo.